Pocas veces somos conscientes de que la palabra “texto”, esa
que utilizamos (sobre todo las bibliotecarias) tantas veces al día, es de hecho
un cultismo que proviene directamente de textus,
o sea, tejido. La idea es que las
palabras y los conceptos, hilados
entre sí con habilidad, forman una estructura firme de significado… o algo así.
Entonces, un texto que hable sobre el tejido es ¿un
supertexto, un metatexto? Doblemente textos: otra vuelta de tuerca sobre la
noción metafórica y real del texto.
Afortunadamente, los autores de estos textos-tejidos no necesitaron ponerse así de pedantes para hilar
estos preciosos álbumes protagonizados por jóvenes tejedoras, que caldearán el
corazón de cualquier aficionada a las agujas… y a los libros ;)
Hilo sin fin, de Marc Barnet, con ilustraciones de Jon
Klassen
En una tarde
helada, en un pequeño pueblo frío, donde todo lo que se veía alrededor era un
manto de nieve blanca o el hollín negro de las chimeneas, Anabel encontró una
caja con hilos de lana de todos los colores. Se la llevó a casa y se tejió un
suéter. Pero cuando terminó todavía le sobraba hilo…
La pequeña
tejedora de historias, de Agnès de Lestrade, con ilustraciones de Marie Caudry
Miée cultiva palabras
en el huerto de su casa. Cuando crecen, las recoge y teje con ellas bufandas,
gorros y abrigos para todos. Pero un día, no puede dejar de tejer... Ha
estallado una guerra.
Feliz tejido y felices lecturas.
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