jueves, 10 de diciembre de 2015

Perrete achuchable

Hace un tiempo operaron a una gran amiga por segunda vez. Como iba a estar varios días sin ver a su perro, se me ocurrió hacer un perrete achuchable que le hiciera compañía en el hospital. 

Aquí está Kika, una perrita muy tierna a la que realmente dan ganas de achuchar




En cuanto vi el patrón me encantó y me puse manos a la obra. La verdad es que iba un poco a contrarreloj porque tuve esta idea pocos días antes de la operación y no me dio tiempo a acabarlo, pero creo que Kika es adorable igualmente sin los detalles de la patitas.


martes, 15 de septiembre de 2015

Un gato de punto

Mi primer proyecto terminado de punto a dos agujas no ha sido una bufanda, sino esto: un gato.

Trico-cat para los amigos :)
Una amiga me regaló este libro lleno de proyectos que a primera vista me parecieron inasequibles..., y a segunda vista también, dadas mis habilidades de principiante.
Pero este minino en particular, además de ser el que más me gustaba del libro, es muy fácil de tejer. Se hace con punto bobo y gracias a la hebra tan peludita no se ven los defectos.

La parte más laboriosa, pero también las más divertida, son las almohadillas de las patitas. Tanto ellas como la parte interior de las orejas tenían que haber sido de tricot como todo lo demás, pero no me gustaba el resultado, así que hice trampa y tejí esas piezas a ganchillo.

El trico-cat será para aquella chica que me regaló este libro e inició mi interés por el punto. Recuerdo perfectamente cómo al recibirlo lo hojeé con consternación diciendo: "Pero yo no sé hacer punto...". Ahora que sé un poco, tengo muchos más gatos por delante. Y todo el mundo sabe que a las bibliotecarias nos suelen gustar los gatos.

Tejedora principiante, si las bufandas te aburren, ¡pon un gato en tu vida!




domingo, 21 de junio de 2015

Nuestra mascota

Poco a poco vamos creando entradas relacionadas con la biblioteca (normal, nos pasamos gran parte del tiempo allí) y ha llegado el momento de hablar de Silvia.

Silvia es la mascota de la planta de infantil. Es una marioneta naranja, peludita, monísima, que vive en la biblioteca. Nuestros usuarios más pequeños eligieron ese nombre entre otros que habíamos propuesto mediante votación. Sólo se deja ver en los eventos especiales relacionados con la planta de infantil y una vez al mes ayuda a los compañeros a realizar el cuento del mes.

Silvia es muy coqueta y tiene su propio ajuar. Dependiendo de la celebración que se haga o de lo que trate el cuento del mes, puede sorprendernos con un objeto relacionado con el evento que se celebra o con el tema del que trata el cuento. Pero para el día a día, Silvia no tenía nada en su armario... ¡¡Eso ya está solucionado!!

Una vez más, nuestra principal fuente de inspiración, el blog de Katia, nos dio la solución y en una entrada publicó un patrón de un vestido para niñas realizado por Ahuyama Crochet. Es un patrón muy bien explicado que ha venido bien para empezar a practicar la unión de tela y ganchillo (en la lista de proyectos pendientes hay un vestido playero de tela y ganchillo... a ver si para el año que viene puede ser...).

El vestido de Silvia mezcla dos colores: azul y amarillo y como todavía tengo la tela que utilicé para el bolso de rafia, la he aprovechado para la falda. Además, el vestido se complementa con dos lazos (uno para cada antena de Silvia), cada uno de un color. Aquí tenéis el resultado:



El patrón especifica las medidas según la talla. Empecé a hacer el vestido siguiendo la talla de tres meses y corté la falda sin tomar medidas a Silvia... ¡qué error! Tuve que deshacer el cuerpo porque le quedaba grande y hacerlo más pequeño, aunque aproveché la falda que ya tenía cortada. El resultado ha sido una falda con más frunce, pero a Silvia no le importa, está encantada con su nuevo vestido.


Silvia posando alegremente con su vestido



martes, 2 de junio de 2015

Celebración del Día Mundial de Tejer en Público

Seguramente todas (y todos) l@s crocheter@s de nueva generación conocéis la iniciativa del Día Mundial de Tejer en Público, en que los frikis de las agujas salimos a la calle para demostrar y demostrarnos que no estamos solos, y que las labores de aguja también pueden ser una actividad colectiva, comunitaria y llena de oportunidades para compartir.

En la biblioteca nos hemos lanzado a celebrar este evento por primera vez, y aunque no sabemos qué capacidad de convocatoria vamos a tener ni qué cara pondrán nuestros lectores no tejedores cuando nos vean ovillo en mano, ¡nos hace mucha ilusión! Contaremos con la presencia de algunas de las chicas de Tejiendo Carabanchel, el proyecto social del barrio que une la pasión por el tejido con la labor solidaria de la Asociación La Iaia, y expondremos una selección de los libros sobre ganchillo y punto disponibles en la biblioteca.

Invitamos a todos los amantes de las lanas de Madrid a que se asomen a nuestro jueves de tejer en público. No nos ha sido posible organizar este encuentro el propio Día Mundial (13 de junio), ¡así que tomadlo como un precalentamiento para el gran día!


miércoles, 13 de mayo de 2015

Un cumpleaños, ¡Un bolso de regalo!

Me gusta tejer bolsos y no puedo evitar mirar los escaparates, los bolsos de mis compañeras y usuarias,…  para coger ideas. La pena es que ¡no hay tiempo para tejer!

El primer bolso que regalé, fue en el cumpleaños de mi madre; lo llamaré Bolso N, por su nombre. Y es el bolso de trapillo que enseñé en otro post. En febrero fue el cumpleaños de una amiga y también le regalé un bolso, así que creo que he establecido una tradición: un cumpleaños, un bolso de regalo. Este lo voy a llamar Bolso G (también por su nombre).

El blog de Katia es una gran inspiración y continuamente estoy revisando las entradas nuevas del blog, viendo los patrones y las lanas y algodones de la nueva temporada. En una de mis exploraciones descubrí el patrón en el que me basé para hacer el Bolso G: Es un bolso clutch creado por Mitimota.

Para este bolso elegí Big Ribbon de Katia, pero esta vez utilicé también el Big Ribbon Plus, para darle un toque de color. Y una vez más no sabía que aguja utilizar… ¿Del 9 y que quede más apretadito? ¿Del 10 y que quede más suelto? Al final me decanté por el 9, pero creo que esta duda surgirá cada vez que haga un bolso…


Bolso G

El bolso de Mitimota no tiene asa. Yo le puse una de quita y pon, para colgar al hombro o llevar como bolso de mano, según los gustos. Busqué un tutorial para hacer un trenzado que no estirara mucho, porque el trapillo (vale, no es trapillo, pero no puedo evitar llamarlo así ;-)) aunque pesa poco, estira un pelín. En este videotutorial se explica muy bien.

Una vez terminado el Bolso G lo llevé al trabajo para que lo vieran los compañeros. Son más majos, ¡¡les gusta todo lo que hacemos!!  (Gracias chic@s). Una de mis compis me encargó uno igual para ella (me había encargado también el Bolso N para una amiga, así que ya la considero mi clienta, jeje). Pero estos tonos no eran para ella… Me dejó total libertad para elegir, pero eso sí, tenía que tener verde, su color favorito y quería que fuera bandolera (el trenzado del asa es el mismo, pero es más largo). Este es el Bolso C (por su nombre, claro).

Bolso C

Tendré que vigilar bien los cumpleaños del resto de amigos y conocidos para ver si puedo continuar con la tradición que he creado y claro, habrá que buscar patrones para chicos, que ellos también cumplen años… 

domingo, 5 de abril de 2015

Muñecos y libros

Los libros, las películas, las historias en general, son una fuente de inspiración inagotable para los creadores de muñecos. El muñeco es la encarnación de un personaje que evoca, a su vez, toda una historia, o más sencillamente un ambiente, una atmósfera. Qué niño no ha deseado con todas sus fuerzas tener un cervatillo de peluche (a falta de uno de verdad) al que abrazar después de leer Bambi: su propio Bambi, con quien recordar los rincones del bosque y sentir, como sintió durante la lectura, que ese personaje es su amigo, que sería su amigo si se hubieran conocido en el mundo real.

Es curioso que la corriente de inspiración entre libros y juguetes funciona en las dos direcciones: el osito que el pequeño Christopher Robin llevaba consigo a todas partes se convirtió en el protagonista de los cuentos de Winnie-the-Pooh, y nuestra admirada Lalylala inventa historias encantadoras para acompañar a sus muñecas cuando las ofrece al mundo.

De maneras mucho más indirectas y mucho menos ambiciosas, los libros que me rodean tantas horas al día también han influido en las muñecas que he ido tejiendo en el último año. Ejemplo: Witika.


Esta muñeca comenzó de la clásica manera “tengo estas lanas por ahí, a ver qué sale”. Dado que las lanas eran roja y marrón, salió, naturalmente, una niña negra vestida de rojo. Y mientras la tejía, todos los días colocaba en su sitio este álbum sobre una niña africana, ilustrado con acuarelas llenas de colores cálidos. Cuando terminé la muñeca, con sus bucles muy rizados, tenía claro que solo podía llamarse Witika.

Otra manera en que los libros pueden servir de inspiración: recordándonos la belleza de las palabras. Los libros de Karen de Lisbeth Slegers me recordaron lo bonito que me había parecido siempre el sonido de ese nombre; así pues, mientras mi segunda muñeca tomaba forma, decidí que se llamaría Karen. (Esta serie de libros se ha adaptado al español como Laura... ¿Deberé tejer una Laura?).



Después de Karen tenía muchas ganas de tejer un marinerito, y así lo hice. Hay una fascinación en la idea del mar y los marineros, y quise que el nombre del muñeco tuviera que ver con esa idea. Enseguida me acordé de La balada del viejo marinero, y por eso el muñeco se llama Sam: por Samuel Taylor Colerigde, el autor de ese poema. El hecho de que la relación entre el nombre y el mar sea tan rebuscada me parece que lo hace más divertido... o quizá debí haberle llamado Ismael, como el narrador de Moby-Dick.

"Call me Ishmael!... I mean, Sam"

Los tres con sus libros respectivos. Aunque la influencia de la palabra escrita sobre estos muñecos no sea muy evidente, para mí ha sido una parte preciosa del proceso de crearlos.



miércoles, 25 de febrero de 2015

Conjunto invernal

En el último viaje a Bruselas me llevé una grata sorpresa: ¡mis cuñados me habían comprado para mi cumpleaños un telar circular! ¿Y qué podía hacer con él, si no tengo ni idea de cómo utilizarlo?
Paso 1: Comprar lanas. Mi cuñada me llevó a una calle donde hay varias tiendas que venden lanas... una perdición... Tiendas muy chulas con una gran variedad de lanas y a unos precios muy buenos. ¡A comprar!
Paso 2: Aprender a utilizar el telar circular. Estuve mirando en varias páginas, vi varios vídeos y más o menos me he hecho una idea de los distintos puntos. Me prometí que practicaría antes de hacer nada, pero los ovillos de Bruselas me estaban esperando, tuve que hacer un cuello. Os dejo el enlace al videotutorial de tuteate.com que he seguido. Está hecho en punto vainilla y es un tutorial muy fácil de seguir.




Llevaba un tiempo con ganas de hacerme unos mitones, y como me había sobrado lana del cuello, pensé que sería un conjunto bonito. Así que busqué patrones de mitones y encontré un patrón en el blog de Katia que me pareció genial. La pena es que ya no hace tanto frío y no puedo utilizar el conjunto todo lo que me gustaría.



Mi lista de futuros proyectos no hace más que crecer, pero tengo que añadir otro proyecto más: hacer más cosas con el telar circular (tengo otro ovillo de Bruselas esperando, pero esto será próximamente...).

martes, 3 de febrero de 2015

Lecturas

"Reunir el material

La elección de la lana tiene unas posibilidades de vértigo: las oleadas de colores y texturas tientan con visiones de un jersey o un gorro (y de todos los cumplidos adicionales que esperas recibir), pero no revelan el duro trabajo requerido. Lo más importante es la paciencia y la atención a los detalles. También la buena disposición. El hecho de que suponga un desafío mantiene el interés, pero no elijas una muestra que esté totalmente fuera de tus posibilidades. Escoge siempre el mejor hilo que puedas permitirte y utiliza el tipo de aguja con el que tus manos se sientan más cómodas; yo siempre uso agujas de bambú. Incluso ahora me sigue pareciendo increíble que reuniendo una serie de cosas heterogéneas -el hilo suave, las agujas puntiagudas, las instrucciones, el ganchillo para pulir la labor, los elementos intangibles de la creatividad, la humanidad y la imaginación- puedas crear algo que contendrá un pedazo de tu alma. Pero sí puedes".

Así comienza el libro El Club de los Viernes. El título me llamó la atención, pero su primera página hizo que me lo llevara a casa. Es una lectura muy recomendada para l@s amantes de las lanas.


Nosotras nos hemos lanzado a tejer punto y casi sin querer hemos formado el Club de los Jueves. De momento estamos compartiendo nuestros conocimientos en el entorno de las dos agujas. Estamos intentando ampliar el grupo y quién sabe, a lo mejor dentro de unos meses (y si la jefatura de la biblioteca nos da el visto bueno), organizamos un encuentro de ganchillo y punto con nuestros usuarios... 

martes, 13 de enero de 2015

Nuestras labores #6: Bolso de trapillo

El mes pasado fue el cumpleaños de mi madre y se me ocurrió que podía hacer un bolso con el "trapillo bueno" para regalárselo.
Tengo que matizar el término trapillo bueno: he utilizado Big Ribbon de Katia, cuesta el doble que el trapillo normal pero pesa la mitad, por lo que creo que merece la pena hacer ese esfuerzo económico. Se teje igual que el trapillo y el resultado es el mismo.

Conjunto de bolso y monedero, un bonito regalo

Este es el bolso. Lo he tejido con punto puff (como todavía no nos animamos a hacer nuestros tutoriales, os pongo un enlace con el tutorial en el que se explica muy bien cómo hacerlo), es un punto sencillo y queda muy bonito. Yo he utilizado una aguja del número 9, aunque también se puede utilizar aguja del 10, pero me gusta que el punto quede más apretadito.

Ahora sólo tengo que esperar a que mi madre se anime y lo use...