miércoles, 25 de febrero de 2015

Conjunto invernal

En el último viaje a Bruselas me llevé una grata sorpresa: ¡mis cuñados me habían comprado para mi cumpleaños un telar circular! ¿Y qué podía hacer con él, si no tengo ni idea de cómo utilizarlo?
Paso 1: Comprar lanas. Mi cuñada me llevó a una calle donde hay varias tiendas que venden lanas... una perdición... Tiendas muy chulas con una gran variedad de lanas y a unos precios muy buenos. ¡A comprar!
Paso 2: Aprender a utilizar el telar circular. Estuve mirando en varias páginas, vi varios vídeos y más o menos me he hecho una idea de los distintos puntos. Me prometí que practicaría antes de hacer nada, pero los ovillos de Bruselas me estaban esperando, tuve que hacer un cuello. Os dejo el enlace al videotutorial de tuteate.com que he seguido. Está hecho en punto vainilla y es un tutorial muy fácil de seguir.




Llevaba un tiempo con ganas de hacerme unos mitones, y como me había sobrado lana del cuello, pensé que sería un conjunto bonito. Así que busqué patrones de mitones y encontré un patrón en el blog de Katia que me pareció genial. La pena es que ya no hace tanto frío y no puedo utilizar el conjunto todo lo que me gustaría.



Mi lista de futuros proyectos no hace más que crecer, pero tengo que añadir otro proyecto más: hacer más cosas con el telar circular (tengo otro ovillo de Bruselas esperando, pero esto será próximamente...).

martes, 3 de febrero de 2015

Lecturas

"Reunir el material

La elección de la lana tiene unas posibilidades de vértigo: las oleadas de colores y texturas tientan con visiones de un jersey o un gorro (y de todos los cumplidos adicionales que esperas recibir), pero no revelan el duro trabajo requerido. Lo más importante es la paciencia y la atención a los detalles. También la buena disposición. El hecho de que suponga un desafío mantiene el interés, pero no elijas una muestra que esté totalmente fuera de tus posibilidades. Escoge siempre el mejor hilo que puedas permitirte y utiliza el tipo de aguja con el que tus manos se sientan más cómodas; yo siempre uso agujas de bambú. Incluso ahora me sigue pareciendo increíble que reuniendo una serie de cosas heterogéneas -el hilo suave, las agujas puntiagudas, las instrucciones, el ganchillo para pulir la labor, los elementos intangibles de la creatividad, la humanidad y la imaginación- puedas crear algo que contendrá un pedazo de tu alma. Pero sí puedes".

Así comienza el libro El Club de los Viernes. El título me llamó la atención, pero su primera página hizo que me lo llevara a casa. Es una lectura muy recomendada para l@s amantes de las lanas.


Nosotras nos hemos lanzado a tejer punto y casi sin querer hemos formado el Club de los Jueves. De momento estamos compartiendo nuestros conocimientos en el entorno de las dos agujas. Estamos intentando ampliar el grupo y quién sabe, a lo mejor dentro de unos meses (y si la jefatura de la biblioteca nos da el visto bueno), organizamos un encuentro de ganchillo y punto con nuestros usuarios...